Y cuando te dicen una palabra nueva, donde aún no tienes una imagen a la cual relacionarla, no entiendes lo que te dicen, no es hasta que ves el objeto o te lo describen para que puedas formar una imagen en tu mente que puedas relacionar a la palabra.
No debemos utilizar nuestras palabras para juzgar o condenar a los demás, sino para mostrarles el amor y la gracia de Dios. Debemos recordar que nuestras palabras tienen el poder de sanar las heridas y de restaurar la esperanza en los corazones quebrantados.
Por lo tanto, es importante que cuidemos y nutramos nuestro corazón, llenándolo de la Palabra de Dios y permitiendo que su Espíritu nos transforme. Solo entonces podremos utilizar nuestras palabras como un instrumento del amor y la gracia de Dios.
¡No dejes pasar esta oportunidad de acercarte a la fe y fortalecer tu vida diaria con la palabra divina!
asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
Continúa leyendo las «56 frases inspiradoras del poder de la palabra» donde encontrarás pensamientos sabios de grandes personajes sobre el poder de la palabra.
En el libro clásico de Robert Kiyosaki Padre Rico Padre Pobre, explica que en un momento de su vida se dio cuenta de que las personas realmente van creando sus vidas por medio de sus palabras.
Es importante recordar que nuestras palabras tienen un gran poder y pueden tener un impacto significativo en las personas que nos rodean. La Biblia nos enseña que nuestras palabras pueden ser tanto una bendición como una maldición, website y que debemos ser conscientes de cómo las usamos.
Nuestro lenguaje tiene el poder de influir en nuestras relaciones, en nuestra vida espiritual y en nuestro entorno.
En la Biblia, también encontramos el poder transformador de la palabra de Dios. Hebreos 4:12 nos dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón».
La palabra tiene un poder tremendo para construir o destruir. En esta predicación, exploraremos cómo las palabras pueden impactar nuestras vidas y las vidas de quienes nos rodean.
La Biblia nos enseña que las palabras de Dios tienen poder para transformar. Hebreos four:12 nos dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón». Las palabras de Dios son vivas y activas, y pueden penetrar hasta lo más profundo de nuestro ser.
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Como seguidores de Cristo, debemos ser conscientes del poder de nuestras palabras y usarlas sabiamente, para traer vida y bendición a los demás y para glorificar a Dios.